El funcionamiento de una bomba hidráulica se basa en un principio fundamental de la hidráulica: la incompresibilidad del fluido. Cuando el motor o la fuente de energía gira el eje de la bomba, los engranajes o paletas también comienzan a girar dentro de la carcasa. A medida que giran, crean una zona de baja presión y una zona de alta presión.
El aceite hidráulico, que es incompresible, fluye desde un depósito de aceite a través de una entrada hacia la zona de baja presión dentro de la bomba. La diferencia de presión entre la zona de baja presión y la zona de alta presión hace que el fluido sea impulsado hacia fuera de la bomba a través de una salida. Este flujo de fluido se utiliza para realizar trabajo en un sistema hidráulico, como mover cilindros, motores, actuadores o cualquier otro componente que requiera fuerza hidráulica. La resistencia de la carga a mover por los actuadores hidráulicos mencionados es lo que proporciona la presión al sistema.